Ilustración: Steve Cutts
Comencé a escribir este diario el martes 20 de noviembre de 2007. El panorama era negro. Llevaba 3 meses sin cobrar en el trabajo, tenía una lesión en el pie derecho y se me acababa de quemar la comida. El viernes 21 de diciembre del mismo año puse el único signo de puntuación de todo el diario. Un punto final. Tenía un nuevo trabajo y en una semana viajaba a Costa Rica. El horizonte se había ensanchado considerablemente.
Diario sin pausas de un invierno de propósitos y despropósitos
Existen momentos en los que ya no cabe una gota más en el vaso o eso es lo que nos pensamos porque siempre cabe más aunque se salga pero es que de pronto todo parece estar aliado en mi contra desde el cielo hasta el suelo porque es una detrás de otra porque cuando estaba pensando que tenía un trabajo cojonudo va el ayuntamiento y cierra la puta Paloma y mi jefe deja de pagarnos y ya van tres meses pero tampoco quiere echarnos porque no quiere pagarnos el finiquito y así me quedo donde estoy estancada y al final decido consultar al abogado aunque no tenga ganas de meterme en ese lío y justo cuando tengo que coger la puta moto se pone a llover cuando no ha llovido en toda la mañana aunque la tele dijera que llovería todo el día así que ahora tengo que esperar porque necesito ir en moto a todas partes porque cuando mi puto esguince del pie derecho empezaba a mejorar voy y me lo vuelvo a torcer por el mismo sitio y tengo que empezar casi desde cero por eso ahora tengo que pasar muchos ratos en casa lo bueno es que me encanta mi casa y aprovecho para ver pelis y leer y cocinar y escuchar música y pinchar un rato pero de pronto cuando estoy grabando una selección macarra va y se me jode un reproductor de cd porque sí pincho con cds y no me llamo dj y me cago en todo porque la música era una burbuja cojonuda donde esconderme un rato y me acuerdo de los que pueden transformar momentos como éste en una canción y siento envidia así que vuelvo a las canciones pero antes voy a mirar la garantía del puto reproductor y veo que justo ha caducado a finales del mes pasado cuando de pronto huelo a quemado y no me puedo creer que otra vez se me haya quemado la puta comida porque me ha pasado ya tres veces en el último mes y quiero salir corriendo pero no puedo correr y quiero gritar pero las paredes son de papel y me oirían los vecinos que por cierto son buenos amigos en eso tengo suerte y más aún en los amigos de toda la vida que son para toda la vida y en mi familia e incluso puedo decir que me llevo bien conmigo misma y pienso en todas las cosas buenas que tengo y en las que me quedan por encontrar y decido que la puta suerte no me la va a jugar porque siempre ha estado de mi lado y ahora no va a ser menos porque pienso que esto es un quiebro una prueba de resistencia que mide si me merezco o no las cosas y yo decido que merezco lo bueno y no lo malo así que transformo mi cabreo en un desafío de paciencia e imagino el blanco aunque vaya vestida de negro para protegerme y me rindo sin resistencia a las circunstancias porque sé que son como el miedo que cuando lo ignoras pasa de largo porque claro que sí claro que se puede tener peor suerte tanta que hace daño imaginarla tanto que la mía se hace insignificante y tiro la comida quemada y me sirvo un buen vaso de buen vino tinto y decido empezar a escribir este diario sin pausas que me recuerde cuando esto haya pasado que todo pasa y que todo pasa por algo y decido escribirlo libre de signos que puntúen para que cada uno siga su ritmo porque sigo pensando en el ritmo y creo que si me he torcido el pie derecho y las cosas parecen haberse estancado es porque tengo que andar más despacio y pensar sobre algo y pienso que como yo no he frenado las cosas a mi alrededor se han parado y al final cojo la moto y bajo al centro por donde siempre y en medio del tráfico y de los tubos de escape pienso que todo es tan poco amable que insulta aunque no hace nada de frío y deseo estar en la montaña respirando aire limpio y silencio y cuando estoy aparcando la moto alguien se acerca y me dice que es el duende o lo que es lo mismo el último poeta urbano que reparte poesías hasta a la guardia urbana y me recuerda que no hay que perder la sonrisa bajo ninguna circunstancia porque es el arma que más puertas abre y que no hay que ir tan deprisa porque es como si no pasaras y después pasa un rato y me siento liberada y estando sola me siento bien acompañada y entonces respiro el mismo aire como si fuera limpio y cuando llego a casa me pongo a pensar en la responsabilidad que es tener todo el tiempo para gastarlo como quiera y siento vértigo porque pienso que puedo malgastarlo y noto la presión de tener que ser útil y de moverme en la dirección en la que todo gira pero eso no me convence y doy un paso hacia atrás para no caer dentro de la rueda porque en realidad no me gusta lo necesario lo preciso la mera subsistencia porque en realidad lo que más me fascina es lo sobrante lo que por alguna razón no acaba de encajar en la vida y pensando en esto se va extendiendo la noche y se abre un territorio donde no hay aterrizaje posible y así dejo de sentir vértigo y entonces llega lo que vive en los sueños y resbalo por fin por el blanco y estoy un rato en la nada donde el que contempla es contemplado por lo que contempla hasta que los dos son uno y ya no existen los nombres pero después empiezan a llegar visitantes que no me gustan algunos tan feos como corderos aunque en el fondo sé que sólo son humo y que con un movimiento rápido de ojos se irán y es así como lo cuento y después me levanto aliviada pensando que estoy a salvo y me hago un café y mientras lo tomo entro en myspace de A para dejarle una felicitación de cumpleaños y allí leo que busca gente que respire y gente que le inspire y pienso que me gusta la frase porque a veces parece que estamos rodeados de muertos e incluso a veces yo misma he tenido la sensación de estar un poco muerta y pienso que es curioso que justo fuera el dueño de esa frase el que me animó a escribir viajes psicológicos porque aquí estoy haciendo algo parecido porque yo pensaba que para contar algo necesitaba viajar pero ya sé que viajar no es cambiar de lugar sino que es cambiar de ilusiones y de prejuicios y que estamos todo el rato viajando y que cuando dejamos de hacerlo es cuando parecemos muertos y empiezo a recordar todo lo que he viajado sin viajar y que casi había olvidado y advierto que me vuelvo a encontrar y me sonrío y pienso que ahora no quisiera estar en otro sitio que no fuera bajo esta piel y empiezo a vestir de fiesta esta piel porque es viernes y aunque sea coja me apetece salir a celebrarlo y bajo primero al burdel donde me esperan amigos de toda la vida y me alegro de verlos y allí está gina la madame de la casa una drag queen excesiva y ácida a la que antes que nada le asusta un mal peinado y nos reímos un rato y antes de irnos brindamos con tequila y ya estamos en otro sitio celebrando los 25 años de diario pop pero aquí no hay nada que suene a pop así que nos vamos al club donde más fashion victims modernos y freakys hay por metro cuadrado y allí alfonso vestido como los últimos dandys nos guía por salas corredores y barras como el anfitrión perfecto y a estas alturas ya no estamos en el mundo donde estábamos hace un rato y cuando todo acaba sabemos que tenemos que volver pero eso será mañana y mañana es un día en blanco en el que nada pasa un paréntesis en el limbo de los night victims y oscurece y sale la luna y amanece y sale el sol y voy a despedirme de bea que ha estado de visita porque quiere volver a vivir a barcelona y hablamos un rato y miramos el mar y pienso que me gusta su ritmo lento su voz que sale desde dentro y que transmite calma aunque ella esté como yo en un momento de cambio y de no saber nada y advierto que tener que volver a empezar es una oportunidad única para cortar con la rutina y para revisar la carga y noto el cosquilleo que se siente ante algo nuevo que es algo parecido a lo que se siente cuando se está enamorado y comienzo a sentirme más viva y miro el cielo y veo rosas y naranjas que no existen en la gama de colores pantone y pienso que vivimos la vida dentro de límites muy pequeños y me acuerdo de la inmensidad de las montañas de la cordillera de karakorum y de sus cumbres nevadas dentro de un paisaje que no acaba y que parece anunciar el comienzo de algo y de aquellos días de esfuerzo y de recompensa en los que el reto no era llegar a la meta sino bajar de ella y en los que las duras circunstancias hacían que cada uno sacara lo mejor y lo peor de sí mismo y los comparo con éstos y recuerdo que un día como hoy de hace seis días comencé este diario vomitando un parráfo de despropósitos sin pausas y de golpe me doy cuenta de que me siento bien sin que nada haya pasado sin que haya que celebrar nada y sé que eso es más importante que tener algo que celebrar a pesar de que hoy haya ido a buscar mi resonancia del pie derecho y en ella aparezcan dos focos de rotura trabecular subcortical y no sé que palabras más y finalmente haya tenido que interponer una demanda a la empresa donde trabajo porque mi jefe me ha dicho que si no quiero perder el tiempo vaya ya al abogado porque por encima de todo eso hoy me siento fuerte y no tengo miedo y no tengo prisa y no hay nada que venga de fuera que me haya ayudado y sé que el triunfo es mío y siento una felicidad pequeñita pero compacta y decido invitar a cenar a unos amigos y salgo a comprar algo rico rico y una botella de vino y cuando voy por la calle veo hojas amarillas que flotan en el aire y que después caen al suelo dibujando el camino de baldosas del mago de oz y tengo la sensación de estar en un bosque en medio de esta ciudad tóxica y sigo el camino de baldosas que me lleva hasta un jardín falso donde compro margaritas de pétalos rosas y cuando ya estoy de regreso pienso que ya no me asusta la vida ociosa porque es la bomba si sabes qué hacer con el tiempo y que si como decía fernando fernán gómez hubiera sido heredera me habría entregado a ella sin ningún problema así que decido aprovecharla porque como todo lo bueno y como todo lo malo siempre acaba y cuando estoy empezando a pensar más claro me entero de que seguramente no habrá más bpop en nitsa porque lo cierto es que no ha ido muy bien porque es difícil encontrar público para las bandas que todavía no tienen público y de eso se trataba pero es el pez que se muerde la cola y hace muchos muchos años que no se da a las cosas el tiempo suficiente para que crezcan ni siquiera a los tomates pero entiendo la decisión porque cada uno tiene sus intereses y después me cuentan que alguien a quien conozco bien ha intentado hacer una pirula para que no me enterase de un trabajo que también a ella le interesaba y pienso en el valor incalculable que tienen los verdaderos amigos aunque lo llego a entender porque todos intentamos sobrevivir como podemos y de golpe todo me empieza a parecer de nuevo un puto rollo hasta que paro pienso y rebobino y me pregunto si esas cosas que dejo atrás merecían de verdad mi esfuerzo y mi tiempo y tengo la certeza de que ha llegado la hora de cambiar y no siento la necesidad de aferrarme a nada viejo y me siento de algún modo liberada al ver las cosas pasar y me pregunto si no estaré por fin madurando porque la opción b es que a estas alturas me haya vuelto loca y pase de todo y me vuelvo a preguntar hasta cuándo seré tan tolerante con los elementos en contra aunque en este punto la historia sea ya un desafío personal y esté dispuesta aguantar hasta el final porque a estas alturas mi pensamiento se ha hecho un poco oriental y percibe este momento de crisis como una oportunidad porque como dijo el filósofo colombiano estanislao zuleta las crisis son conflictos de alta intensidad con un alto poder de transformar individuos y sociedades y sólo alguien maduro para los conflictos puede alcanzar la paz así que al lío y de lío en lío sigo escribiendo este diario sin pausas porque en esta vida he llevado tantas máscaras que es un descanso tener un lugar donde quitármelas y pienso si no será eso también algo parecido a madurar y como ernesto sábato tengo la certeza de que en pleno siglo veintiuno lo verdaderamente revolucionario es reivindicar al ser humano tal y como es desnudo de tanta idiotez y de tanta fachada y mientras escribo me escriben y me gusta leer a quien me lee porque me cuenta cosas de verdad que me confirman que tras la fachada somos todos más o menos lo mismo y empiezan los simpsons y aunque haya visto los mismos capítulos cien veces no me los pierdo porque homer me pone de buen humor y después cojo la moto para ir a mi cita con el traumatólogo para que me explique lo que implican todas esas palabras raras para mi pie derecho y por el camino me cruzo con una harley y me fijo en la ridícula postura del conductor que visto por detrás parece una equis y me acuerdo de aquella famosa etiqueta que un buen día nos pusieron a los de mi generación por la cara y después veo una mujer ciega caminando a ciegas con la única ayuda de un bastón y está a punto de chocar con un andamio y no puedo avisarle porque estoy al otro lado del semáforo y se choca y el golpe me duele y pienso que se debe de sentir muy sola en medio de toda esa oscuridad y me siento afortunada y llega el jueves y hoy nos espera día de fiesta en el razz con justice y skream y various production así que para allí nos vamos y cuando llegamos hay una fila muy muy larga pero por suerte hay otra pequeña al lado para los invitados así que pasamos y dentro nos marcan como ganado para poder entrar en el vip donde estamos los que siempre nos encontramos en los backstages de todos los saraos y alguien que no me suena me mira y yo le miro y así conozco al chico más guapo de la fiesta pero eso no lo voy a contar y de cerveza en cerveza acabamos en el apolo donde hay unos raperos muuuy pesados que nos hacen emigrar a la dos donde pinchan misshapes que no mezclan bien pero no seleccionan mal y nos quedamos hasta que nos echan y así llegamos un día más al limbo de los gatos un lugar en el que todos se preguntan si mereció la pena pero ya es tarde para preguntas y es mejor dormir aunque sea de día y los sueños sean confusos y la vida ahí abajo siga su curso y cuando vuelvo ya es diciembre y todavía no puedo dejar de escribir este diario que tantos puentes ha colgado y leo a I que escribe textos plásticos que hablan de domingos de paella y de madre y de brisca y de amahaca y de pinos y de robles y de hierba y de nubes por descifrar y de silencio y siento que puedo oler todo eso y a M que habla del pitch acelerado de la vida y de la falta de amor que llena los afters y de la música que se baila a 80 bpms y pienso que sería un punto hacer un club en el que existiera el momento aquel de las lentas aunque no tengo claro que funcionara y a A que tiene ganas de regalarme algo dulce como un chupa chups o unas golosinas y a T que esta noche ha tenido un sueño realmente increíble y a A que un viernes a mediodía mientras trabaja mira por la ventana y se ve por dentro y a N que me enseña lo que es la resiliencia una palabra que no conocía y que define muy bien este momento y a A que también es fan de fernando fernán gómez y a K que nada más da las gracias y a ST que hasta me ofrece su casa y a TA que quiere regalarme una canción que se llame nueve y como yo ya tengo una con ese nombre decide que la llamará dieciocho aunque tenga que durar el doble y a P que me envía un beso en la frente de buenas noches y a K que me habla de los problemas de su familia en el distrito federal y a G que le da mucha risa este diario y eso me encanta y a BB que no entiende muy bien de qué va esto y a CP la encantadora drama queen alemana y a un largo etcétera hasta que llego a S que me envía un mp3 con el fragmento de un programa de radio que me recuerda al que yo hacía hace muchos muchos años que se llamaba la noche del mono loco y en el que hablaba de cosas raras y me escribían desde la cárcel y desde el manicomio cartas que todavía conservo en algún lugar de alguna ciudad y salgo a la terraza y hace un día de esos perfectos para navegar o tender sábanas y todo es tan amable que me hace sonreír y estar feliz así sin más y como no tengo barco lavo las sábanas y me monto una tarde de cine con los cuatro actos de boccaccio 70 y las cuatro historias de robots stories y cuando el sol se empieza a retirar riego el limonero la buganvilla y el tomillo y respiro el olor a tierra mojada y veo gaviotas volando entre azules naranjas y rosas y las nubes me llevan hasta un radiante domingo de paella y en el tren de camino a sitges que por suerte ya funciona veo la realidad que se ve cuando se enciende la luz de un teatro veo caras demacradas y gente cansada veo manos con las uñas descuidadas veo zapatos viejos y ropa gastada y veo y veo hasta que llega mi parada y me bajo y caminando por las calles sin gente y sin tráfico el olor a chimenea va alejándome de todo eso y me envuelve en una sensación acogedora y familiar y respiro hondo y me dejo llevar por el ritmo lento de este pueblo en el invierno y me encuentro primero con su y después con paula y comemos al sol y nos reímos mucho mientras crece nuestra amistad de años y antes de irme paso por la galería donde trabaja paula y miro los cuadros mientras ella habla por teléfono en un francés perfecto y de vuelta a la estación voy a darle un beso a su que es como mi hermana y cuando llego a casa una sorpresa me espera en el buzón es el libro que david me ha enviado para que vea cómo quiere que sea como mi libro ese que él me quiere publicar y que es el diario de aquel viaje a pakistán y veo que nos hemos entendido porque me gusta tal cual es con ese aspecto reciente directo y sencillo así que le envío un sms para darle mi okey y cuando el día casi ha acabado me pongo a corregir el texto para enviárselo mañana porque como él dice las cosas hay que hacerlas prontito pa estar despachaus y se me hace tarde pero acabo y duermo para llegar a otro día más y comienzo la mañana con café y conectada y reconozco que estoy enganchada y veo que como yo hay montones de seres humanos en línea y me pregunto si no trabajan aunque imagino la respuesta pero hay que ir con ojo por que ahora en las empresas está muy de moda investigar los ordenadores de los trabajadores y hay que cuidar porque el curro está muy muy mal y peligra hasta el oficio de camello porque ahora resulta que existe telefarlopa y abro el buzón virtual y allí están otros que como yo no están teniendo el fin de año de su vida como A que me cuenta que en el transcurso de dos horas le han pinchado las dos ruedas y se ha quedado sin el piso que estaba a punto de comprar así que le invito a maga para compensar y pienso si no será esto una epidemia pero luego vuelvo a pensar y me doy cuenta de que detrás de esto hay algo más que rescatar y es que nos vamos sincerando y eso además de hacernos más humanos nos va acercando y de pronto pienso que esto ha empezado a ser el juego de decir la verdad pero no para recrearnos en la mierda sino para salir de ella porque jugar a ser otro todo el rato es un juego muy cansado y es mejor estar relajado porque cuando uno está relajado se siente seguro y cuando uno se siente seguro no está a la defensiva y cuando uno no está a la defensiva está de buen rollo y la verdad mi verdad es que yo sigo con mi presente y con mi futuro atascado parado indefinido incierto mudo pero no estoy de mal rollo aunque quiera que se acabe ya este año y a poder ser sin tener que pasar por el día treintaiuno porque eso sí que parece un circo en el que toda la noche hay que estar con cara de payaso y yo no puedo con los matasuegras ni con los gorros de cartón ni con el espumillón ni con todos esos adornos horteras que ya están hasta en la sopa y vuelvo a pensar en la manía de acelerarlo todo desde la llegada de la navidad hasta el crecimiento de los tomates y sigo con lo mío que es precisamente frenar y escucho en la tv que el alumno de un colegio respondió que el superlativo de malo es demonio y me parto y otro que dijo que los anfibios son animales que pueden vivir indistintamente en la tierra y en el cielo y respiran por los pies y suelto otra carcajada y después me pongo a grabar una selección de guitarras bastante macarra que espantarían al frío de cualquier invierno aunque este invierno no tenga nada de frío porque es diciembre y todavía parece primavera y siguen apeteciéndome los sábados al sol lejos de esta o de cualquier otra ciudad y como hoy estoy de un humor extraño decido escapar y voy a coger el tren y cuando llego a la estación me dicen que no compre billete porque hoy es gratis y pregunto porqué y me responden que por todas las incidencias que está habiendo con el rollo del ave así que paso y no pago y bajo al andén y me siento en un banco a esperar el tren y a mi lado hay una señora que no deja de mirarme de arriba hacia abajo de abajo hacia arriba y me fijo en que sus pies no tocan el suelo y mueve las piernas sin parar como los niños pequeños hasta que me da en el pie derecho y cuando me vuelvo con cara de pocos amigos se disculpa sonriendo y eso me desarma y me hace pensar que otra vez me he adelantado y le sonrío y después una niña china que habla catalán se sienta al lado con la que debe de ser su hermana catalana y hablan catalán sin parar y a estas alturas ya estoy deseando que llegue el tren y desaparecer de este andén porque hoy bajo esta luz fluorescente me siento el blanco perfecto de los cientos de pares de ojos que hay en la vía de enfrente aunque en realidad nadie me mire y llega el tren y la familia de la niña china catalana se sienta al lado y la madre catalana le ofrece galletas artesanas con olor a mantequilla y ella no quiere pero yo sí que querría y comen todos menos ella y menos yo y llega mi parada y me bajo y salgo a la luz y con la luz parpadeo y me duelen los ojos y por fin siento el calor del sol y el viento le quita el polvo a mi cuerpo hasta que deja de pesar y empiezo a flotar y dejo la tierra atrás y estoy cada vez más cerca del sol hasta que me traga y ya no hay nada y llega el fin del fin de semana y empezando otra semana observo que el tiempo pasa cada vez más rápido y mientras pasan las semanas y los meses y los años me asalta la impresión de que podría empezar a ser tarde para algo aunque no sepa muy bien para qué y me invade la nostalgia de una ausencia incierta e imprecisa y pensando en esto voy caminando hasta que la noche me encuentra en la calle y agujeros luminosos y profundos comienzan a llamar mi atención y quedo atrapada mirando todas esas ventanas e inventando historias de otros que viven ese algo incierto e impreciso que yo no he vivido porque aunque es cierto que no me va mal y que como y bebo y me río y lloro y viajo y amo y me aman no puedo despegarme de la piel esa presencia forastera que me encuentra cada vez que doblo una esquina de mi vida y de golpe igual que llega una revelación tengo la certeza de que la presencia de esa ausencia esta hecha de todas las cosas imperfectas que he ido expulsando de mi vida entre las que podría estar una parte de mí misma y de que a estas alturas sigo buscando algo que no existe y me viene a la memoria aquel amigo que siempre estaba esperando a que llegara Ella pero nadie respondía a las expectativas que había puesto en Ella y pienso que como a él esa búsqueda me ha llevado al borde de un abismo del que la única forma de escapar es abrir los ojos a todo lo imperfecto y con los ojos abiertos como platos doblo esta esquina consciente de que la perfección no existe y de que es una excusa más para esperar y no ponerse a actuar y aceptar el reto que eso supone y sigo caminando dispuesta a llevarme bien con mis desaciertos y con los de los otros y sin nostalgia digo adiós a lo que queda atrás y con confianza miro hacia el frente porque mi olfato me dice que algo bueno se acerca y de pronto ya es jueves y el viernes está cerca así que preparo la despedida del bpop que acaba después de hoy y comienzo a enviar mails y boletines y me llegan muchas respuestas tantas que me emocionan pero algunas parecen pésames y yo no pienso que sea el final de un trayecto sino el comienzo de otro trecho aunque sea en otra dirección así que sin bajarme del tren doy las gracias a los que vinieron y a los que bailaron y a los que pincharon y a los que tocaron y a los que escucharon y a los que apoyaron y me quedo con un buen sabor de boca y como mañana hay que celebrarlo me voy con cris a comprar algo a un showroom de marcas de tendencia y salimos en su moto suzuki retro de color verde esperanza hacia un polígono que parece estar en el fin del mundo tanto que por el camino imagino que estamos de viaje y esa sensación me da buen rollo aunque al final no encuentre gran cosa y de vuelta en casa abro el correo y me sorprendo y me alegro porque tengo noticias que podrían significar el comienzo de otro trecho y pienso que todo pasa y que todo llega y que en cada momento tenemos al alcance todo lo que necesitamos si sabemos descifrarlo y yo hoy sé lo que quiero y después me sumerjo en un aire más ligero y veo muchachada nui y me río un rato y me duermo soñando que viajo en un tren de color verde con asientos de color blanco y que en él llego hasta un viernes catorce de diciembre y allí me bajo y lo primero que hago es reunirme con quien me envía aquel mail con noticias que podrían significar el comienzo de algo nuevo y todo sale como esperaba y me da miedo pensar que se pueda fastidiar y decido no contarlo y esperar porque este mes estoy aprendiendo el ejercicio de la paciencia y pienso que tengo que cultivar la seguridad de saber que pasará lo que yo quiera que pase pero que para ello no tengo que tener ni miedo ni prisa ni dudas así que me calmo y cuando llega la noche llega el momento de decir adiós a bpop y no me da pena porque soy consciente de que estoy doblando una esquina que quiero doblar y de que la vida está hecha de cosas que vienen y van que no hay que inmovilizar y me siento sorprendentemente tranquila y después pasa otro día y llega el domingo que es un día de familia y como una familia bien avenida comemos en mi casa cris 1 cris 2 la pequeña noa y yo y en la comida cris 1 nos habla de su viaje a costa rica que ya es la semana que viene y me muero de envidia y le digo que si consigo eso que espero me voy con ella sin dudarlo y aunque no quiero hacerme ilusiones me las hago y miramos como están los precios de los vuelos y resultan estar increíblemente baratos pero sé que una vez más tendré que esperar y dejar que las cosas pasen de una en una sin atropellarse y con los ojos muy abiertos sueño con un final de año en un país lejano donde siempre es verano y con el comienzo de otro nuevo repleto de cosas nuevas e intuyo que el final de este diario está cerca porque mientras lo escribo las cosas se van colocando en silencio en su sitio como las piezas de un rompecabezas al que a estas alturas comienzan a faltarle muy pocas piezas y antes de que yo abra los ojos a la nueva semana recibo una llamada de un número que no conozco y como no hay mensaje decido esperar y no rellamar aunque hoy esté esperando Esa llamada que abra una perspectiva nueva en mi vida y después de un café que inaugura oficialmente el día quiero probar si ese billete a costa rica que vi ayer tan barato sigue existiendo y ahí está y no puedo evitar bloquearlo porque aunque sé que las cosas tienen que ir una detrás de otra sería tonto desperdiciar este chollo por seiscientos cuarenta euros porque si mi intuición finalmente no gana lo podría anular sin coste y después voy al gimnasio para gastar la espera de este día y en la espera se me escapa pensar que lo que deseo podría no pasar y que tendría que volver a demostrar que puedo esperar y que mi credo no es tan frágil como para romperse por eso porque ahora sería absurdo pensar que sólo existe una opción porque siempre hay mil opciones geniales y leo esto en voz alta para darme por enterada pero la impaciencia me lleva hasta una disyuntiva o sigo lo que parecen las reglas del juego o les planto cara y pase lo que pase me largo y mientras sigo llenando páginas en blanco y preguntándome a qué hora acabaran las horas decido no abandonar mi puesto y me ato fuerte a mi cuerpo y las cuerdas tiran hacia la derecha y hacia la izquierda y hacia arriba y hacia abajo hasta que me dejan paralizada y me interno en mí misma que es donde prefiero estar si tengo que esperar y mientras en la tele cuentan que media españa está bajo cero pero aquí llueve y yo deseo que también nieve porque esos copos blancos todavía me siguen pareciendo una especie de milagro y llega la noche y sueño con cuerdas rotas y paisajes anchos y despierto y no ha nevado pero tengo noticias para una segunda entrevista de trabajo que será el viernes por lo que tendré que esperar dos días más y aunque todo apunta a que el puesto será mío tengo que decidir qué hacer con mi billete bloqueado que caduca hoy a las siete y llamo a la agencia para consultar opciones y me dicen que sin razón aparente el billete ya no existe y no me lo puedo creer y ahora sí que creo que hay ocasiones que hay que atrapar al vuelo y a estas alturas me permito apostar por mí y por que conseguiré lo que quiero y que merezco ese viaje así que decido comprar otro billete aunque me cueste ciento cincuenta euros más y cuatro días menos allá y lo hago y me quedo tan ancha y de golpe todo empieza a cambiar porque otro viaje está cerca y escribo a mike un surfero de LA que vive en playa negra que es donde están las mejores olas de costa rica y al que de momento sólo conozco vía myspace diciéndole que there we go y que nos busque a cris y a mi una cabaña con dos habitaciones y una small kitchen y pienso que todo será genial y miro al suelo y veo cuerdas rotas y miro por la ventana y el horizonte no es el mismo de hace un rato y pasan dos días en los que en principio no pasa gran cosa pero acabando el jueves asoma la ansiedad y pienso que ya queda poco y que después me podré relajar y busco algo que me distraiga y revolviendo entre cosas viejas encuentro el mac powerbook 150 que heredé de E y que hoy pinta como un tesoro de coleccionista retro y lo enchufo y para mi sorpresa funciona y lo abro y ahí ajenos al tiempo encuentro un montón de proyectos de cuando llegué a sitges hace seis años y veo guiones de radio y publicidad y el comienzo de un libro y cartas que anunciaban el principio de un fin y no las quiero releer pero las acabo releyendo aunque lo hago rápido pensando así dejarán menos huella y me dan ganas de llorar y lloro y apago el powerbook 150 y lo dejo en el rincón donde estaba y pienso que todos esos recuerdos que no recordamos siempre están actuando aunque no lo sepamos y pienso que tal vez sea mejor airearlos de vez en cuando y en eso estoy cuando acaba el día y me duermo cansada y me levanto y es otro día y llueve y salgo hacia mi entrevista de trabajo y cuando llamo a la puerta me pongo nerviosa pero luego entro y se me pasa y volvemos a hablar y llegamos a acuerdos perfectos y el puesto de ejecutiva de cuentas que yo quería en la agencia de comunicación que yo quería ya es mío y salgo tan contenta que tengo ganas de gritar y en este punto lamento haber renunciado a cualquier signo que puntúe porque llenaría esta página de exclamaciones y después de dar las buenas noticias a mi gente voy a comer con aquella amiga que se supone que había tratado de ocultarme un posible trabajo y hablamos y aclaramos un malentendido y todo queda en el pasado y la miro y pienso que nunca habría hecho nada que pudiera perjudicarme y sé que ella también lo ha pasado mal y nos damos un abrazo y un beso y nos despedimos contentas y después pienso que ha llegado el momento de dejar de hablar y de disfrutar de todas estas cosas nuevas que acaban de llegar por lo que me permito usar un punto final.