Nona Rubio

Para mí, la vida personal y la profesional no son compartimentos estancos. No entiendo la una sin la otra. Me alimento de pasiones y las convierto en mi trabajo.

Soy aragonesa y, aunque no me gustan los tópicos, sí, soy tozuda. Cuando se me mete algo en la cabeza, por insólito que parezca, encuentro la manera de hacerlo. Desde pinchar en el Festival Sónar, a acompañar a una expedición de alpinistas profesionales hasta el campo base del Broad Peak (5.000 mts.) en la cordillera del Himalaya o presentar mi propio programa de viajes en GeoPlaneta TV recorriendo España a bordo de un Volkswagen Escarabajo.

Me gusta viajar, me encanta comer y me chiflan los hoteles bonitos. Así que, un buen día, decidí juntar las tres cosas. Así nació Hotel Tapa Tour, un festival que invita a descubrir algunos de los espacios gastronómicos más singulares que existen: los de los hoteles bonitos. Y es que los hoteles (bonitos) tienen ese no sé qué que engancha. La hospitalidad (casi japonesa), el aroma a flores frescas, alfombras tan mullidas por las que una no camina (levita), maletas, vidas en tránsito, ese discreto silencio a la hora del desayuno, el protocolo en la mesa, la ausencia de prisa y de rutina, estancias cargadas de historia (ay, si las paredes hablaran). ¿Será porque en los hoteles (bonitos) me siento como aquellos ilustres huéspedes del Ritz o del Palace? Será.

www.hoteltapatour.com

Trayectoria profesional