Al principio, no quería estar ahí

Nunca te quedes donde no quieres estar.

Al principio, no quería estar ahí. Me había prometido que no me dejaría arrastrar hacia una historia incompleta, de esas que transcurren en tierra de nadie, entre el quiero y no puedo y las verdades a medias. Pero ahí estaba. En Madrid, dispuesta a pasar el fin de semana con un tipo que poco tenía que ofrecerme. Me sentía desubicada, prescindible, sobrante. Como un jodido cero a la izquierda. No encontraba ni el más mínimo indicio que apuntara a que tenía que ser yo, y ninguna otra persona más, la que tenía que ocupar ese lugar en ese preciso instante. Yo no era especial. Nada era especial. Por eso, nada más llegar, busqué la puerta trasera.

Bingo! Unos amigos se reunían esa misma noche en un garito de esos que organizan tertulias literarias. MJ, a la que no veía desde hace ¿15 años? iba a leer en público, y por primera vez en su vida, sus relatos íntimos y autobiográficos. Decidí ir. Llegué, saludé, brindé, reí, escuché muy atenta y pensé que estar allí había sido una gran elección. Al acabar sus lecturas, MJ propuso un juego. Ella nos daría una frase y nosotros, la audiencia, tendríamos que escribir un micro relato que empezase con esa frase. Después, cada uno de nosotros se subiría al escenario para leerlo. Curiosamente, la frase fue “Al principio, no quería estar allí”. Joder, había dado en el puto blanco.

Ese día me sentí incapaz de escribir una historia que empezase, precisamente, con esa jodida frase. Y menos aún, de compartirla. Al día siguiente, la puñetera frase seguía pegada a mi piel. Había mutado su tiempo verbal. Yo seguía sin querer estar ahí. Seguía sintiéndome desubicada, prescindible, sobrante. Cero especial. Así que pensé que lo más inteligente sería salir de allí lo antes posible. La biografía es algo irreversible y yo no quería en la mía ningún capítulo en blanco. En definitiva, quería ser dueña de mi propia historia. Me acordé de la canción:

I don’t have to sell my soul / He’s already in me / I don’t need to sell my soul / He’s already in me / I wanna be adored.

Decidí confiarme a mi instinto, y también a la evidencia,  y salir del lugar en el que nunca quise estar.

PD: MJ, sé que al principio tuviste miedo de desnudarte en público. Pero, ¿sabes qué? Ninguno de los que estábamos allí te vimos desnuda. Cada uno estaba lidiando con su propia imagen frente al espejo.

2 Comentarios

  • Responder febrero 13, 2012

    mj gracia lacal

    Me gustó estar desnuda, si al hacerlo recibo un texto como este, bienvenido sea el exhibicionismo.
    Y sí, pintabas mucho en aquel auditorio.

    • Responder febrero 13, 2012

      nona

      MJ, lo de «sobrante» se refiere a otro lugar y a otra situación. nada que ver con aquel auditorio 😉

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