No seas idiota, sé como los mejicanos

Algunos movimientos de principios de siglo 20 acertaron a ver en la velocidad una muestra del triunfo del hombre sobre la naturaleza. Era el tiempo de las máquinas y los futuristas se abrazaban a vivir rápido. La tecnología y el cambio violento de las cosas era pura modernidad. La lentitud quedaba reservada a perdedores y personas sin iniciativa.

Pero pronto los modernos empezaron a sufrir una extraña enfermedad: el síndrome de la felicidad aplazada. Vivían para el futuro, pero el futuro nunca llegaba.

El culto a la velocidad perdía popularidad y una nueva sociedad, la sociedad de la desaceleración, crecía sobre sus ruinas. Surgieron movimientos por todo el mundo. En Tokio, el Sloth Club, inspirado en el animal perezoso, apostaba por hacer menos y vivir más tranquilo. La vocación del Downshifting era vivir con modestia y pensar con grandeza. Hasta Camper ideó su propio slogan: “Camina, no corras”.

El paso lento abanderaba la modernidad más radical y la prisa abonaba un territorio para ser pisado por idiotas. Los mexicanos, que no son idiotas, pensaron que “no hay que llegar primero, sino que hay que saber llegar”.

1 Comentario

  • Responder octubre 5, 2012

    SANDRA

    Yo soy mexicana, y ese dicho k tu has puesto es uno que usamos cuando nos ha ido de veras mal, como ahora con tanta situacion de inseguridad, con robos, secuestros, el miedo se apodera de nosotros, pero llegas a un punto donde lo material no importa sino lo vivido, pork en Mexico no puedes tener cosas, porque la envidia e impotencia de los k menos tienen te las quita, lo peor te quita tu felicidad y hay que ser sabio y aplicarlo, hay que ser mas fuerte que los demás para poder llegar a cumplir tus sueños, de eso se trata este dicho tan sabio mexicano.

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