La semana pasada, al llegar al estudio de Pilates me encontré con una cesta de hortalizas y verduras en la entrada. Le pregunté a Daniela, mi profesora. Me explicó que colabora con una asociación para discapacitados que cada semana le trae una cesta ecológica de los productos que cultivan en su huerta. El proyecto me llamó la atención y quise saber más. Me puse en contacto con ellos para ver si podía ir a visitarlos.
Estar tarde, por fin, me he acercado a conocer a Patricia y a Josep María. Han sido encantadores. Me han enseñado la finca de cabo a rabo, una antigua masía que ellos mismos han ido restaurando como han podido. Allí, con Barcelona a nuestros pies y rodeados de árboles frutales, huertos temáticos y plantas aromáticas, me han contado cómo surgió el proyecto. Su hijo Óscar tiene el síndrome de Williams, una anomalía genética poco común. Decepcionados con las alternativas de ocio que ofrece nuestro sistema a las personas discapacitadas, decidieron crear este singular universo que rompe el aislamiento y fomenta la autoestima, la autonomía, las competencias propias y el sentimiento de pertenencia a una comunidad. En definitiva, Sol y Vida.
Las personas discapacitadas suelen ser aparcadas en centros de día donde se les asignan tareas mecánicas y aburridas.
¿Cómo funciona?
La asociación se sostiene – a duras penas – con las cuotas de sus socios. Cada socio tiene derecho a su propio huerto ecológico, una parcela de 40/50 m2 en la que Óscar y su equipo plantan a gusto del consumidor – siempre que sea posible -. Ellos mismos cuidan, recogen y reparten cada lote ecológico. Además, los socios tienen la opción de ir a visitar su huerto los sábados por la mañana, recoger su cesta y echar una mano si se tercia.
Más info:
Asociación Sol y Vida
Teléfonos: 934 067 424 / 648 833 008
Email: info@espaciosolyvida.com
Blog: solyvidaorg.overblog.com
Fotos: www.flickr.com/solyvida