No neguemos la evidencia: nuestros emprendedores se fugan. España no va bien. Las oportunidades de prosperar son cada día más estrechas. Con este panorama, no es extraño que más de uno ponga pies en polvorosa. Porque sí, existen otros mundos y es posible crecer en ellos. Hablamos con cinco barceloneses con residencia en el extranjero.

La tradición de Cataluña como territorio receptor de inmigrantes pierde puntos. En un contexto en el que el “mileurista” es el afortunado, muchos compatriotas deciden lanzarse a la aventura en busca de un futuro. El año pasado fueron 11.500 los catalanes que decidieron emigrar al extranjero, el doble que en 2011. Unos impulsados por programas de movilidad y otros por su propio arrojo.

A pesar de vivir en una de las ciudades más amables del mundo, atrás quedan aquellos años en los que el estado del bienestar parecía una realidad sostenible. Hoy, las economías emergentes recogen el testigo y nos seducen con la promesa de una vida más fecunda. En el mapa mundi de las grandes oportunidades América Latina o Asia ocupan un lugar destacado. La accesibilidad de sus mercados y su alto índice de crecimiento son el principal reclamo para los emprendedores. En África, sectores como el turismo, la agricultura o los recursos naturales registran un crecimiento que tampoco pasa inadvertido.

Si tú también has pensado en edificar una vida nueva lejos de casa, déjate inspirar por la experiencia de estos cinco barceloneses que un buen día decidieron recoger sus bártulos, hacer acopio de valor y lanzarse al ancho mundo.

Un reportaje de Nona Rubio
Publicado en la revista enBarcelona Magazine
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