‘Hoppípolla’ Sigur Rós

A todos nos cruzan por la mente ideas absurdas que no entendemos. O si. Yo sigo con mi obsesión compulsiva por el blanco. Otra es la necesidad de agua. Llega de golpe. Sin que tenga sed ni ganas de mojarme. Agua. Urgente. No sé para qué. Primero meto un pie. Quema pero me gusta. Después ya estoy dentro. El calor me atonta. Relaja cada uno de los músculos de mi cuerpo. Es como comerse un miolastán. Me sumerjo hasta el fondo donde no hay ruido. Las burbujas trepan hasta la superficie. Me quedo sin aire. Subo. Fuera la música sigue sonando.

“brosandi
hendumst í hringi
höldumst í hendur
allur heimurinn óskýr
nema þú stendur”

No lo entiendo pero me gusta. Sigur Ros hace música blanca. Salgo del agua. Casi no puedo mantenerme en pie. Las cosas son otras, más ligeras. Tienen otros nombres. Si tuvieran cara no las conocería. Sigo mareada. Me tumbo un rato. Se acaba la canción y escucho el pulso dentro de mi cabeza. Me pesa todo. No puedo moverme. Hace calor o me lo parece. Llaman a la puerta. No puedo abrir. Me pilla lejos.

2 Comentarios

  • Responder julio 28, 2010

    ana

    En fin, qué decir de este temazo, gracias por volver a recordármelo, 🙂

Deja un comentario Haz clic aquí para cancelar la respuesta.

Responder a ana Cancelar la respuesta